Tener un jardincito en casa es un gran privilegio, sea grande, mediano o pequeño. Lo que importa es decorarlo para que sea funcional, nos sirva para disfrutar del aire libre y relajarnos un rato. Hay muchísimas ideas para que un patio chico quede armonioso y confortable. Además de los muebles que puedas incorporar, cuentan también los colores, los objetos decorativos, las plantas, la iluminación, el tipo de piso y de paredes, entre los elementos más destacables.
En este libro de ideas te presentamos 10 patios chiquitos que son unos bombones, unos chiches. Algunos son miniatura, otros con algo más de espacio. En todos, lo que hay de común es el buen diseño: las ganas de tener un jardín hermoso no tienen por qué ser proporcionales al tamaño de tu jardín. ¡Pasemos a ver!
El contraste de tonos e intensidades cromáticas pueden ser aplicados a distintos sectores del jardín. Cuando hay superposiciones, es decir, que no tenés un patio cuadrado sino que hay escaleras o galponcitos, podés aprovechar para jugar con los claros y oscuros, dejando los claros para las paredes perimetrales. En cuanto a la elección del color, todo dependerá del estilo que tenga tu casa. Arriba, por ejemplo, vemos un uso de la calidez de los tonos tierra, a propósito de un patiecito con aires coloniales. Bella decoración de APPaisajismo.
Pequeñísimo es el espacio que vemos arriba y, no obstante, los profesionales de Vivero Sofía le dieron mucha vida con una decoración cuidadísima. La tierra fue cubierta con piedra de río, y se colocaron lajas cuyos tamaños disminuyen hacia el extremo del espacio. Este sencillo truco crea una interesante ilusión de profundidad. Un jardincito decorativo con toques orientales que puede ser suficiente para ayudarnos a despejar la mente del trajín diario.
Destacamos las celosías empleadas en este pequenísimo jardín ya que la madera para revestir patios y jardines está en su punto fuerte en estos tiempos. En Garden Club London eligieron el blanco en lugar de usar madera al natural. Acertada decisión, ya que el blanco genera una sensación de amplitud única.
La pérgola es una estructura decorativa simple que antaño servía como guía para enredaderas y parras, a fin de obtener un espacio fresco en las afueras de la casa. Hoy en día, esta estructura ha sido revalorizada por la atmósfera atemporal y cálida que proporciona. Por supuesto, las vigas pueden aprovecharse para enredaderas, además de servir para colgar lámparas, macetas, hamacas y toldos; y no hace falta tanto espacio para instalarlas, ya que se pueden hacer a la medida de cada necesidad.
Esta vista aérea del pequeño jardín que propone Grau.Zero Arquitectura nos viene bárbaro para ejemplificar con claridad la diversidad de pisos que admiten los jardines contemporáneos, además, por supuesto, de las clásicas baldosas. Sabiamente aprovechado este fondo
. ¡Ni te cuento cuando crezcan esos arbolitos!
El jardín Zen tiene la particularidad de servir más como recurso para meditar que para recrearse al aire libre. En este sentido, se utilizan elementos que remiten a aspectos espirituales, de modo que pasar un rato en el jardín significa dedicarse a la autocontemplación. Las piedras como situaciones de la vida, la flexibilidad del bambú, el fluir del agua, son indispensables en este tipo de jardín.
Moda si las hay es esta de cubrir toda la superficie del jardín con piso flotante de madera. Una tendencia que arroja unos resultados espectaculares, ya que después solamente te queda poner un lindo juego de jardín y tenés un ambiente al aire libre limpio y homogéneo. Ideal para quienes no disfrutan con la tierra, el barro y los bichos, o que priorizan el patio como lugar de encuentro para comer y pasar la tarde.
Pequeño gran consejo es este. Si tenés un patiecito chico, más vale poné las macetas juntas en una esquina y dejá el resto del espacio despejado. En cuanto a las macetas: ¡cuidá hasta el último detalle de tu patio! Pintalas todas del mismo color para generar mayor armonía.
Los sillones para exteriores quedan espectaculares incluso en pequeños patios y hasta en balcones y terrazas. Se trata de muebles que pueden hacerse a medida. De hecho, podés hacerlos con palets si te das maña. Después, es cuestión de poner unos buenos almohadones y echarse a leer unos buenos libros de Bob Dylan.
Amá cada detalle de tu patio. No compres por comprar ni pongas por poner. No es necesario gastar fortunas. Fijate arriba: las paredes blancas, el piso de piedra, hacen de marco para un grupito de palmeras que transportaron a este patio relativamente chico al corazón del trópico. Las vasijas de barro, las pequeñas cascadas para pared, los bancos de madera, pueden bastar para darte ese patio que será tu orgullo.
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¿Qué jardín es el que soñás?