El frigorífico es uno de los electrodomésticos que más regularmente necesita revisarse en términos de limpieza. No en vano, es donde se guardan nuestros alimentos y debemos velar por unas condiciones de higiene y limpieza adecuadas. Para mantener el frigorífico limpio y sin olores, recoge todo lo que se derrame cuando cae, así, sólo necesitarás limpiar a fondo el interior cada dos meses. Cada semana limpia el exterior, puertas y laterales y sigue los consejos que te ofrecemos en este libro de ideas. Conservarás tu frigorífico en buen estado durante más tiempo.
Es conveniente dejar un espacio considerable entre la parte posterior de la nevera y la pared, así como en relación a los muebles de la cocina que la rodean o encastran. De esta forma evitaremos sobrecalentamientos que pueden afectar al rendimiento y a la vida útil de nuestro electrodoméstico. Los instaladores ya conocen este matiz y se encargan de respetarlo en el diseño de la cocina.
El lugar y la forma en la que guardas alimentos en la nevera y el tiempo que los conservas son de suma importancia por cuestiones de seguridad alimentaria. Las diversas zonas de la nevera enfrían a temperaturas ligeramente distintas, motivo por el cual es importante colocar los alimentos en la zona correcta. Guarda el queso y otros productos lácteos en el estante superior. Los quesos tiernos duran hasta una semana y los secos se conservan hasta tres semanas. La leche guárdala en la puerta de la nevera para tenerla al alcance de la mano. Las carnes cocinadas guárdalas de tres a cuatro días en una fuente de cristal con film transparente. Guarda las sobras en recipientes herméticos y con tapa para que no se sequen. Pruébalas y consúmelas cuanto antes. Las carnes y pescados sin cocinar colócalos en envases para evitar que chorreen sangre. La sangre podría portar bacterias y contaminar otros alimentos. Guarda las verduras en los estantes inferiores hasta un máximo de una semana. Comprueba cada día qué tienes y, antes de que se pongan pochas, usa las verduras para preparar sopas y guisos. La fruta se conserva más tiempo, unas dos semanas.
Lo primero que tienes que hacer es quitar los estantes y los cajones de la nevera y ponlos en el fregadero lleno de agua tibia y un chorro de lavavajillas. Lava y frótalos con una esponja enjabonada. Después, prepara un pulverizador con un litro de agua tibia y dos cucharadas de bicarbonato sódico. También puedes optar por un limpiador comercial. Extiéndela con una esponja para quitar las manchas del interior de la nevera.
El congelador es un lugar frío y solitario, un refugio natural para los alimentos olvidados. El principal objetivo al ordenarlo es seleccionar el contenido, tirar la comida inservible y colocar lo que sobreviva para que los alimentos congelados sean un activo. Muchos congeladores modernos no necesitan descongelación, pero pagarás por no haber descongelado nunca. Los frigoríficos con descongelación automática gastan un 35% más de energía que los modelos similares de descongelación manual. El ciclo de autodescongelación absorbe humedad de los alimentos congelados y eso puedo afectar negativamente a su calidad. La descongelación manual debe hacerse cuando el hielo tenga 5mm o cuando se acumule en las espirales del compresor.
Te resultará muy útil usar o colocar un ambientador que evite la proliferación de malos olores en el interior de tu frigorífico. Además de los que puedas encontrar en el supermercado, también podrás prepararlo tú en casa con productos naturales y económicos. Un ejemplo es cortar un gajo del limón e introducir dentro hojas de hierbas aromáticas, como pueden ser la albahaca o la hierbabuena. A continuación, vuelve a colocar la tajada en su sitio y, si quieres, pínchalo con un palillo para que se mantenga en el lugar y parezca de nuevo un limón entero. Coloca el limón en un plato, vaso, cuenco… dentro de la nevera y ya tendrás listo tu ambientador casero de limón.
Para ello regula la temperatura. Por debajo de 4ºC no proliferan la mayoría de las bacterias, por lo que la temperatura de tu frigo debe estar siempre entre 2ºC y 4ºC. El congelador ha de mantenerse a -18ºC. Para que estas temperaturas sean reales, evita abrir y cerrar la nevera muchas veces, no introduzcas nunca alimentos calientes y ten en cuenta la temperatura ambiente: en verano deberás bajar más la temperatura interior.
En el caso de que tu nevera sea de acero inoxidable, deberás prestar atención a la hora de limpiarla, ya que algunos limpiadores pueden resultar demasiado abrasivos y estropear dicha superficie. Por ello, te recomendamos limpiar tu nevera con aceite de oliva, de forma que no perjudicarás el acero inoxidable y además ayudarás a ocultar los arañazos o marcas, así como aumentarás el brillo de tu nevera Asimismo, otro truco que también puedes usar una mezcla de vinagre blanco y agua como limpiador de tu frigorífico de acero inoxidable en una proporción de 3/4 de vinagre y 1/4 de agua. Usa una botella con aerosol o spray para facilitar la limpieza.