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El estilo escandinavo surgió a partir del siglo XX en Dinamarca, Finlandia, Islandia, Suecia y Noruega, pero tuvo su punto máximo alrededor de los años cincuenta.
Surgió desde las clases más pobres, que eran mayoría a fines del siglo XIX. Con el ascenso económico de la zona, los muebles simples y funcionales de la clase baja se hicieron populares y los adoptaron como tradicionales de los países nórdicos.
Los muebles, así como la arquitectura, están determinados por el clima y la situación geográfica. Así, por la escasa luz natural, prefieren los muebles en madera clara o con lacados blancos.
El color está dado por los tejidos y los cuadros, donde se permiten los colores fuertes que animen y hagan acogedoras las estancias.
Los muebles son de líneas simples, rectas y depuradas, aprovechando los espacios sin recargar los ambientes. Sencillez y funcionalidad sería una buena definición para este estilo de muebles.
Hermoso diseño de aparador bajo en color blanco combinado, con tres cajones en madera natural con celosías.
La mecedora entera con apoya brazos, es un detalle simpático. La alfombra tejida mezcla celestes, turquesa, blanco y azul. Y es un punto redondo de color en medio del ambiente.
Un vestíbulo despojado. La mesa redonda de cuatro patas, es custodiada de cerca por la lámpara colgante de papel entrelazado en tono crema.
Una de las sillas con las suaves curvas características de los muebles escandinavos, luce almohadones en colores neutros, que rivalizan con la sillas semi circular negra cubierta de pieles. La calidez de las texturas.
Juego de sillones artesanales. El sillón doble de cuatro patas inclinadas, tiene una base tapizada en verde y el respaldar entero, es un entrelazado de listones de madera. El respaldo está decorado con cintas acolchadas en amarillo, verde y colorado formando cruces irregulares.
El sillón simple tiene el mismo diseño, pero se reemplazo la tela verde por un color turquesa. Las cruces con la cinta acolchada está vez son en tonos azules, celestes, grises y colorados.
Los cuadros, tan típicos en el diseño nórdico, son la principal fuente de color dentro de la claridad de los muebles y la decoración.
En este caso un marco de madera clara y cuadrada adornada simplemente por unas ramas en la esquina superior, tres estrellas de mar blanquísimas, un pequeño farol antiguo y la nota de color dada por un ramillete en tonos salmón.
Simplemente encantador.
Las paredes blancas y los muebles claros como fundamentales del diseño escandinavo de Krethaus.
Una pequeña cómoda de patas altas y triple cajón, acompaña la línea de cama, con una suave curva que remarca la zona de la cabecera.
La madera es clara y veteada, al igual que la del piso. El color se lo da el gigantesco cuadro en tonos azules y celestes. Unos caballos desbocados, rodeados de una guirnalda de luces, que se asemejan más copos de nieve en el invierno.
Veladores con base de tronco. El detalle del agujereado natural es maravilloso. Para darle más personalidad, una cinta de papel con terminales blancos se une en un moño.
La pantalla de tela en color nude, parece parte de la madera. Estrellas de mar realizadas con palitos de madera completan la decoración.
El tono grisáceo de la pared, recuerda el cielo encapotado del otoño. En el mismo color, pero con el matiz de las rayas blancas, una alfombra cubre completamente el piso.
Una cómoda alta de cinco cajones deja ver una serie de seis cuadros, que como siempre en este estilo, aportan el color y la luz necesarias.
Un juego de mesa con la parte superior blanca y dos sillas de estilo simple con asientos y punta de patas lacados en blanco. Son otro detalle que suma luz interior.
Un caballo hamaca tan simple, que resulta hermoso. Este es otro dormitorio infantil de Krethaus.
Mecedora blanca de líneas rectas y respaldo calado. Acompaña un taburete apoya pies, con la doble función de escalera de dos escalones.
El detalle cálido y familiar de los almohadones floreados. Ideal para balcones, terrazas o patios.
Este diseño de Panal, nos muestra un dormitorio de líneas simples. Completamente despojado, los muebles lacados blancos dominan el espacio. La mesa en madera clara aporta el color, junto a una silla plegable con almohadón en diseño blanco y negro.
El mueble con módulos, presenta un área superior abierta para los libros y una especie de vano que se utiliza como escritorio.
Living que aprovecha el espacio al máximo. Más largo que ancho, se utiliza un sillón esquinero con puf incorporado en impecable blanco.
El aparador de triple puerta doble, combina el vidrio en la central. La cortina es una réplica perfecta del color de la madera. La lámpara de araña con caireles, ilumina más la claridad del piso y las paredes.
