Aunque el verano ya ha acabado, el otoño todavía nos ofrece días cálidos y agradables para pasarlos al aire libre. La terraza, el patio o el jardín nos pueden ofrecer aún momentos de reunión y celebración muy entretenidos antes de adentrarnos en los fríos del invierno. Y una de las actividades más típicas que podemos organizar en el exterior es una barbacoa. Si todavía no la tienes, en este libro de ideas te ofrecemos hasta 18 ejemplos para inspirarte y elegir el modelo que más se ajuste a tus necesidades y tus gustos. Ve preparando la leña o el carbón y atiza bien el fuego porque el artículo está en su punto.
Esta parrilla encastrada en un muro de ladrillos resulta muy cómoda al contar con una encimera con fregadero a su lado. Situada en un patio muy acogedor, tiene mucho que ofrecer para disfrutar en buena compañía.
En esta especie de porche cabe de todo, no sólo la barbacoa, también una cocina completa y un comedor, para que al recoger todo, no haya que entrar en la casa y vajilla, mantelería y útiles empleados se limpien y guarden en el mismo lugar de su uso.
Otro ejemplo muy completo es este rinconcito en el que la zona de parrilla comparte espacio con un horno de leña frente a una barra de bar. Una zona de ocio que cuenta incluso con televisión, para no perderse detalle del partido de la jornada.
Bajo esta techumbre de cañas se alberga una zona de cocina y barbacoa diseñada con muy buen gusto y con detalles decorativos indígenas que le dan un toque étnico muy atractivo.
En esta combinación tan ecléctica conviven el blanco de las paredes principales de la barbacoa con la cerámica del revestimiento de la cocina, llamativos baldosines que sin duda no te dejarán indiferente.
Bien a cubierto, esta barbacoa puede funcionar a pleno rendimiento en cualquier época del año, gracias a su cerramiento con puertas de cristal, incluso en los días de invierno, organizar un rico asado puede resultar un plan estupendo.
Bajo este otro porche abierto en los lados y cubierto por una pérgola de cristal, la zona de barbacoa ofrece además del comedor una sala de estar desde la que respirar la belleza del jardín.
Cuesta identificar la barbacoa en esta cocina repleta de detalles coloridos. te damos una pista: se asoma discretamente en la columna de piedra situada en el centro. Discreta pero funcional.
La verdad es que no se necesita un gran espacio para tener una barbacoa. Un pequeño hueco en la pared y una pequeña superficie de trabajo al lado es la composición mínima para disfrutar de una chuletada o parrilla de sardinas.
Esta barbacoa compite con un viejo horno de leña y un mobiliario de cocina moderno. La nota de color procede de un revestimiento de cerámicas azules a juego con la lámpara de la zona de comedor. Buenos ingredientes para disfrutar y estar a gusto.
Su estilo rústico se muestra en todos los detalles: desde el tejado, hasta los suelos; desde la mesa de madera, hasta el tonel de vino o de cualquier otro licor y desde el cántaro de leche a los platos de cerámica colgados en la pared.
El color verde destaca en esta zona de barbacoa que cuenta con una estupenda campana estractora para garantizar una correcta ventilación y salida de humos, algo muy importante cuando los olores a veces son demasiado intensos.
Como vamos viendo, no es muy complicado instalar una barbacoa. No debe faltar el hueco para la parrilla, una encimera y una zona de comedor. El entorno hace el resto.
Aprovechar una terraza cerrada para disponer en ella una mini cocina con parrilla es una idea que le da un valor añadido a cualquier apartamento de una gran ciudad.
La parte inferior de esta casa cuenta con el espacio suficiente para albergar una estupenda zona de parrilla con barra de bar, mesa redonda y mesa alargada con banco de madera. Y todo cubierto y a la vez abierto al exterior por los lados.
La zona de parrilla en esta imagen está bien flanqueada. Por un lado el intenso colorido de los azulejos de la zona del fregadero, y por otro la abundante luz natural que procede del exterior. Una zona alegre y muy viva.
Volviendo a la alegría y el carácter abierto nos encontramos esta maravillosa galería en la que mientras se asa el pescado podemos hacer tiempo con un vino fresco sentados en la barra o en la espectacular mesa de madera. ¡Una barbacoa de olé!
Finalizamos con una construcción que es casi un monumento a las barbacoas. Una impresionante estructura de piedra y ladrillo con todo lo que hay que tener: parrilla, horno, almacenaje de leña y atizadores. Ideal para disfrutar en las épocas de buen tiempo.
Y si no quieres meterte en obras, otra opción son las barbacoas portátiles.