Consejos de la abuela: evita que la calefacción reseque la casa,

Catherine Vignolo Catherine Vignolo
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Si bien el invierno ya se fue del Hemisferio Sur, la época de mayores fríos trae como consecuencia que acabemos todos con la piel,  el cuero cabelludo y la garganta a unos niveles de sequedad muy altos. Aquí encontramos uno de los problemas que se nos plantean por el uso excesivo de la calefacción en nuestras casas o en el trabajo.

Según la persona nota estos efectos antes o después, pero es cierto que en mayor o menos grado a todos nos afecta y no es muy saludable. Hoy en Homify te queremos dar unos consejos para poder solucionar esta sequedad del aire sin necesidad de que compres un humidificador, que no es tan saludable como muchos hemos pensado. Presta atención a nuestros consejos y pon en práctica el que te sea más sencillo.  Es cierto que todos ellos están dentro de nuestras rutinas cotidianas, ósea que no será de gran dificultad. Sólo tenlos en mente y aprovéchalos.

Adiós a la humidificación

Si dejamos de lado los remedios caseros encontramos en el mercado la posibilidad de utilizar humidificadores eléctricos. Esta opción quizá no sea siempre la más adecuada si lo que buscamos es una humedad a largo y corto plazo lo más saludable posible. Los aparatos que tienen como fin además de ser caros y el precio de los filtros bastante elevado puede traernos problemas, pues éstos con el tiempo acaban acumulando moho.

El moho vuela por la casa y crea nuevas alergias y problemas respiratorios. Y eso es lo último que queremos, que humedecer el aire de nuestra casa nos acabe creando nuevas enfermedades. Por te recomendamos que busques remedios lo más caseros posibles.

Cuencos, macelas y ollas

El primer remedio casero que presentamos consiste en buscar un cuenco, una olla no muy profunda, una maceta o algo de similar tamaño. Echar una cantidad no muy grande de agua y colocarlo sobre o cerca de una fuente de calor. Este simple consejo humidificará tu casa y hará el aire más húmedo. Con el paso del tiempo observaremos  que se va quedando un poso al evaporarse el agua. Esto se debe a los componentes químicos que contienen algunos sistemas de agua y será imposible de quitar.

Por eso recomendamos que inviertas dinero en comprar algunos cuencos o macetas baratas y las uses únicamente para esto de manera que no estropeemos  objetos cargados de valor sentimental.

Los humidificadores de toda la vida

La opción más funcional la encontramos en unos pequeños recipientes de cerámica que los podemos encontrar en blanco, color o con detalles. Son alargados y cuentan con un gancho que nos permite engancharlos al radiador. No son en absoluto peligrosos y humedecen el aire rápidamente.

Ahora que hablamos de la opción de colgar algo del radiador, os alertamos de que: colgar ropa húmeda es peligroso. No debemos hacerlo nunca ya que puede producir un incendio y al mismo tiempo estropea el aparato.

Perfuma tu casa

Ya que decoramos nuestra vivienda con cuencos en cada radiador de la casa, que al menos cumpla con otra función más.

Si añadimos unas gotitas de aceite aromático en el agua o bien si tenemos unos pétalos de rosa,  se creará un ambiente perfumado y húmedo al mismo tiempo. 

Plantas cerca del radiador para crear humedad

Parece una locura pero no lo es. Coloca tus plantas cerca de una fuente de calor. Gracias a la humedad que contiene la tierra se condensará y saldrá hacia la estancia.

Organiza tus plantas cerca creando tu pequeño invernadero o trópico, eso sí, preocúpate de que no se sequen demasiado o se quemen y proporciónalas suficiente agua.

Sopa, sopa, sopa…

Las frías temperaturas invitan a tomar cosas calentitas, y parece ser que invertir tiempo en cocinar una buena sopa va a salir más rentable de lo pensado. Al cocinar a fuego lento en la cocina también se añade humedad a la habitación.

Genial, pues a cocinar y dejar la puerta abierta para que esta humedad se expanda y viaje por el resto de la casa.

Saca la humedad de tu ropa

Si pones una lavadora, intenta hacerlo en la tarde noche, de esta manera cuando quieras colgar la ropa lo hagas en la noche que es cuando el aire seco puede ser lo más cómodo.

Este pequeño truco casero puede aportar toda la humedad que una habitación necesita, creando un ambiente más cómodo y fresco. Otra razón para practicar este truco es que la ropa debería secarse antes y que sin darte cuenta habrás ahorrado en tu factura de electricidad. Bueno, bonito y barato, ¿ no crees?

Deja que la humedad vuele…

Tenemos muchas opciones a nuestro alcance para favorecer la humedad de la vivienda. Por ejemplo, muchos contamos con radiadores o ventiladores eléctricos en el baño. Si en vez de usarlo lo apagamos durante la ducha caliente, al finalizar quedará una gran cantidad de vaho que una vez abramos la puerta se distribuirá hacia las habitaciones más secas, incluso una vez finalizado el baño, podemos volver a encenderlo para que nos ayude a transportar la humedad a otras habitaciones que necesiten más humedad.

Recomendado: si vas a contratar a un Diseñador de baños, pídele sus consejos también, para prevenir la humedad.

Recicla el aire

Incluso cuando contamos con una chimenea, como ésta tan bonita de… puede resecarnos el ambiente.

Es cierto que todo lo que sea eléctrico resecara más el ambiente y lo hará de una manera menos natural. Las chimeneas producen calor y crearán el mismo proceso de secado del aire, pero de alguna manera es más húmedo por el quemado de las maderas que el de un aparato eléctrico. 

Este truco lo proponemos sólo para los más valientes: duerme en las noches ( cuando no haga frío) con la ventana un poco abierta, si lo aguantas. De esta manera el aire se refrescará y se renovará hasta la mañana siguiente.

Remedio de lo más romántico

Mi opción favorita:  abrir las ventanas en un día de lluvia. ¡Ay! Qué idea más bohemia. Lo dicho, abre las ventanas cuando llueva para dejar entrar mucha humedad directa de la calle mientras oyes como caen las gotas del cielo.

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